La imagen de los famosos (I)
- Francesca De Cata
- 28 oct 2015
- 4 Min. de lectura
La imagen y la reputación son dos valores intangibles que cobran una especial relevancia en el seno de las empresas. Justo Villafañe, en el libro La buena empresa, diferencia estos dos conceptos explicando que la reputación es la realidad de la empresa, mientras que la imagen representa la percepción que tienen los públicos sobre la compañía en cuestión. Por otra parte, Abraham Lincoln afirmaba que “la reputación es como un árbol y la imagen como su sombra. La imagen es lo que percibimos, el árbol es la realidad”. De esta forma, contar con una buena imagen y reputación resulta fundamental para obtener una buena posición en el mercado, por lo que es imprescindible gestionar estos dos activos intangibles.
Las compañías y las instituciones no son las únicas que trabajan estos dos aspectos corporativos, pues en el mundo de la fama también representan cuestiones muy significativas. Muchas celebrities se toman al pie de la letra la cita que se atribuye al filósofo y escritor Miguel Unamuno: “renovarse o morir”. Asimismo, los famosos llevan a cabo drásticos cambios físicos, así como completas transformaciones de su personalidad. En definitiva, modifican íntegramente la imagen que transfieren a sus seguidores y también al resto de la sociedad. En la mayoría de ocasiones, los artistas sienten la necesidad de modificar su look, sus actitudes y sus comportamientos porque no se sienten satisfechos con los resultados de su actividad profesional. De esta forma, se renuevan con la intención aumentar los beneficios y además, de obtener un mayor espacio mediático.
Miley Cyrus es un claro reflejo de estas celebrities que toman la decisión de realizar cambios radicales en su imagen tanto profesional como personal. La cantante estadounidense inició su carrera en el mundo de la fama como actriz en un serie emitida en el canal de televisión infantil y juvenil, Disney Channel, en la que representaba el personaje de Hannah Montana.
El programa acabó siendo un gran éxito, pues obtuvo una audiencia global de 200 millones de espectadores. A partir de esto, se realizaron diversas adaptaciones cinematográficas y se pusieron a la venta productos de merchandising tales como: pósters, ropa, material escolar, joyas y muñecas, entre muchos otros artículos. Además, como el personaje de la serie encarnaba una cantante, la actriz puso a la venta discos y empezó a realizar conciertos para sus fans. De esta forma, Cyrus encontró un nicho de mercado y se adentró en el panorama musical, un escenario que se caracteriza por una alta competencia. Aun así, la cantante alcanzó un gran éxito en el mundo de la música y se acabó convirtiendo en un ídolo para sus seguidores. Miley Cyrus se convirtió en una figura que representaba y transmitía un conjunto de valores positivos para todo su público juvenil.

Hoy en día, parece que ya no queda nada de esa inocente chica Disney, pues parece ser que la cantante de Wrecking Ball, está haciendo todo lo posible para que la sociedad olvide su época pasada de Hannah Montana. Para ello, ha cambiado el estilo de música que produce, se ha cortado y teñido el pelo, ha modificado su forma de vestir y también ha transformado su personalidad. Con todo esto, la cantante pretende mudarse y convertirse en algo completamente diferente a lo que era hace unos años. Asimismo, ha apostado por presentarse como “la chica mala”.
Las canciones y sus respectivos videocolips reflejan todas estas modificaciones, en ellos aumenta la sensualidad, Miley aparece desnuda, se incluyen bailes subidos de tono y lleva a cabo acciones tales como la de chupar un martillo. Por otra parte, ha protagonizado varias apariciones chocantes en galas de premios tanto por su forma de vestir como por su forma de actuar-en la mitad de la ceremonia de los European Music Awards (EMA’s) se sacó y se encendió un cigarrillo de marihuana-.
Sus actuaciones también dan que hablar, en los Video Music Awards 2013 (VMA’s) salió al escenario junto a Robin Thicke, donde protagonizó el twerking, un baile bastante subido de tono. Además, la cantante se quedó en ropa interior de color carne y empezó a restregarse contra el cantante de Blurred Lines. Este hecho representa un claro ejemplo de querer obtener un mayor espacio mediático, pues en una entrevista posterior a la actuación, Cyrus afirmó que su único objetivo era pasar a la historia.

Es evidente que mediante todas estas acciones la cantante estadounidense pretende desvincularse de esa imagen de Hannah Montana que tanto le disgusta. Quiere que se olvide su pasado como chica buena para imponer su nueva imagen reformulada de chica atrevida, sensual, sexy, rebelde y mala. En mi opinión no creo que pueda cumplir su meta, pues personalmente, siendo de la generación Disney, nunca olvidaré que, hubo un tiempo en el que, Miley Cyrus, fue Hannah Montana. Además, siempre tendré presente que ella no es tal y como se presenta y que, todos estos cambios, los realiza con el único objetivo de ser el centro de atención y lograr mayores beneficios.
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