Capítulo 1
- Francesca De Cata
- 25 sept 2015
- 1 Min. de lectura
La crisis de 2008 provocó un cambio en la mentalidad de las empresas, éstas han tomado la reputación como un elemento central de su proyecto empresarial, pues los stakeholders acusan a las compañías de ser las principales responsables de ésta crisis. La opinión de los públicos de interés es de vital importancia para lograr una buena imagen en el seno de la corporación y una reputación positiva entre los sujetos que conforman la sociedad. Haciendo referencia a lo anteriormente expuesto, Joan Costa afirma que, en los tiempos que corren, la nueva empresa será una buena empresa o no será relevante.
En este primer capítulo hay un conjunto de definiciones y comparaciones de conceptos que me han resultado interesantes. En primer lugar, quiero destacar la explicación sobre la relación que existe entre empresa y sociedad. El vínculo establecido se encuentra influenciado por cuatro factores: el económico, político, sociedad-dividido en igualdad social y grado de información-y el legal. La relación empresa-sociedad se basa en una evolución que puede dividirse en tres estadios: la básica, que consiste en la economía y el beneficio, la avanzada en la que se mezcla la anterior con algunos aspectos emocionales y la ideal, en la que predominan las emociones.
El otro apartado que me gustaría resaltar es la diferencia que Costa establece entre imagen corporativa y reputación. La imagen es la realidad de la compañía, mientras que la reputación es la percepción que los públicos de interés tienen de la empresa en cuestión. A través de su definición y comparación me han quedado bastante claros los dos conceptos.
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